Hasta ahora, sólo los girasoles y las placas solares eran quienes perseguían el
Sol a lo largo de su recorrido por el cielo. Ahora, los noruegos han decidido
que los espejos también podían hacerlo... ¿Por qué?
Rijukan se conoce como "el pueblo de las sombras" y sus habitantes han decidido que ya tenían bastante. ¿Qué han hecho? Colocar espejos arriba de las montañas para que éstos hagan llegar la luz del Sol cuando los rayos no los inciden de manera directa.
Una idea innovadora de la que no dudamos saldrán seguidores.
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