La revolución energética ha instalado en Feldheim,
un pequeño pueblo berlinés, donde hay más aerogeneradores que casas.
Y es que gracias a su capacidad de mirar hacia el futuro han conseguido ser el primer pueblo sostenible 100% energéticamente hablando. Con los molinos de viento, los paneles solares y una planta de biogás consiguen alimentar su consumo eléctrico y de calefacción.
Además se ahorran 160.000 litros de gasóleo al año, de modo que contribuyen a reducir la dependencia energética del exterior y las emisiones de CO2. Aún así, aseguran que el reto más importante que han superado ha sido el de ponerse de acuerdo para ir avanzando en este proyecto, que desde un primer momento, no sabían dónde los llevaría.
Y nosotros ... ¿a qué esperamos?
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