El pasado 27 de Febrero, día
internacional del oso polar,
acabó con una conclusión clara: El oso “blanco” desaparece al mismo tiempo que
el hielo del Ártico.


El hielo marino comienza a desaparecer a grandes velocidades, esto reduce el hábitat de este animal que se encuentra en el Polo Norte y comienza a tener el riesgo de extinguirse. De qué es la culpa? Pues del calentamiento global causado por las emisiones de CO2 que seguimos liberando a la atmósfera sin poner freno.
La campaña de protección del oso polar comienza el 27 de febrero y termina en verano, de manera que las asociaciones protectoras consideran que es un buen momento para ponerse manos a la obra y empezar a concienciar de una vez por todas a las empresas y a la población en general de que hay que bajar las emisiones de carbono ajustando los termómetros, reduciendo gastos de material y compensando de alguna manera las emisiones que hoy por hoy parecen ser inevitables.
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