La
verdad es que nunca sabremos qué incentiva a las grandes empresas a tomar
medidas sobre sus productos, pero lo que sí sabemos es que estas medidas ligan
residuos y costes.
Por un lado, reducir la cantidad de plástico necesario para elaborar un producto es bueno para el bolsillo de las empresas (necesitan menos materia prima para construirlo) y hacen un favor al medio ambiente porque reducen la energía necesaria (traducida siempre en toneladas de CO2 liberadas a la atmósfera).
¡Además no olvidemos que las nuevas propuestas dan una imagen más sostenible y ecológica a la empresa que la promociona! ¡ Y esto sólo hace que aportar valor al producto!
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Fuente: www.actividades-mcp.es |
Ejemplos
como las botellas de agua, que ahora tienen mucho menos plástico, disminución
de la cantidad de color en el embalaje o
dosificadores incluidos en los tapones son algunas de las herramientas que
reinventan las grandes empresas, pero la que más nos gusta ( y
por ello adjuntamos la fotografía ) es el sistema de reutilizar envases a
partir de la compra de recargas.
¿El resultado? Menos plástico y más conciencia.