La carrera por la competitividad y el
crecimiento a cualquier precio
que inició China hace
unos años le está
saliendo muy cara no sólo a todo el planeta de
forma directa, sino que su
población local está sufriendo
graves problemas de
salud debido a la contaminación
del aire.
Por
ello, las autoridades se han puesto extremadamente rígidas para
hacer cumplir las nuevas normativas de emisiones en todas las empresas (centrales
eléctricas, producción de cuero, cementeras ...).
Y es que ya no
sólo tienen problemas derivados
del uso del carbón como fuente
de energía para bajar costes en la producción sino que también tienen
en peligro el subsuelo y todo lo que esto significa en temas de ciclos de
agua.
¿Quizás se han dado cuenta que la producción debe estar ligada a la sostenibilidad del medio? No queda claro...pero señores, no se puede crecer a cualquier precio, porque el precio final es nuestra supervivencia dentro del medio ambiente.
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