Es una idea muy sencilla:
los habitantes de la ciudad
de México tienen un mercado especial donde pueden llevar
sus residuos de plástico, papel, vidrio y a
cambio, les ofrecen puntos que
pueden usar para hacer la compra. El número de puntos va en función de la cantidad de peso en
residuos que lleven. Estos puntos
son los que utilizan en el mismo recinto para comprar sus frutas y verduras ecológicas.
De esta manera, los agricultores ven incrementadas sus ventas entre 3 y 4 veces más que en un día normal y los consumidores pueden llenar la cesta haciendo un gesto por el medio ambiente.
Es una manera fantástica que ha encontrado el gobierno para incentivar el reciclaje que tantos problemas trae a esta ciudad, que genera más de 12 mil toneladas de residuos al día sin separarse.
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